"En la Unidad cada uno se realizará; en el conocimiento se purificará de la multiplicidad en la Unidad, consumiendo la materia en sí mismo, como una llama, y la oscuridad por la luz y la muerte por la vida. Si estas cosas verdaderamente han sobrevenido a cada uno de nosotros, debemos vigilar sobre todo para que la morada sea santa y esté en silencio para la Unidad."
Evangelio de la Verdad 19

La unidad en este párrafo de Valentino es un concepto importante porque aclara la naturaleza de lo no dual. La unidad en el sentido en que la expresa no es el fruto de "unificar", de reordenar la existencia en un sentído único, como si  a través de una presión inimaginable de la voluntad.

El trabajo de purificación es el trabajo mismo del conocimiento que desmantela la multiplicidad, revela la falsedad de la aparente dualidad y por eso es posible consumir la propia materia y transformar la muerte en vida.

Valentino nos propone una unidad real que no viene de la fuerza de voluntad, sino del conocimiento de la ausencia de todo opuesto, ya que la unidad subyacente es la existencia desnuda y cualquier limitación no es más que un espejismo.